Con aportes de la comunidad, CORPOCHIVOR actualiza el plan de manejo de uno de sus ecosistemas estratégicos, el DRMI Páramo de Cristales, Castillejo o Guachaneque.

Con este documento se adopta un instrumento de planificación ambiental para la protección de los recursos naturales en esta zona de importante área protegida.

 

Junto con comunidades y autoridades locales, se definieron las estrategias de protección y conservación del Distrito Regional de Manejo Integrado – DRMI Páramo de Cristales, Castillejo o Guachaneque, ubicado entre los municipios de Pachavita, La Capilla, Úmbita y Turmequé, a través de la actualización del Plan de Manejo para esta zona estratégica de alta importancia ambiental para la jurisdicción de CORPOCHIVOR.

 

Bajo la metodología de cartografía social, se buscó interpretar el imaginario de las comunidades frente a su territorio e identificar las problemáticas ambientales del mismo. Posteriormente, el equipo interdisciplinario de profesionales de CORPOCHIVOR, realizó el análisis de la información para formular actividades que dieran respuesta a las necesidades de la comunidad, enmarcadas en el componente estratégico que integra el presente Plan de Manejo.

 

El proceso de actualización de este instrumento de ordenamiento territorial ambiental, inició en el 2019 con reuniones de acercamiento con las alcaldías municipales y las comunidades de los cuatro municipios inmersos en el ecosistema. Con la información obtenida se realizó la construcción preliminar del componente diagnóstico y estratégico del documento.

 

Después de doce reuniones con líderes de la corporación y cuatro reuniones con alcaldías, secretarios de planeación y concejales, se concertó el componente estratégico del Plan de Manejo.

 

Es precisamente en los componentes estratégico y de ordenamiento donde se dieron las principales actualizaciones del Plan de Manejo, pues en el primero se definen las actividades, programas y proyectos que se ejecutarán en los próximos cinco años. Entre estos se destacan los programas de protección y conservación de la biodiversidad y ecosistemas, restauración ambiental, producción sostenible, gobernanza del agua, entre otros, en los cuales se tiene proyectada una inversión de más de 1.384 millones de pesos.

 

“El papel de las comunidades fue fundamental en la definición del componente estratégico del Plan de Manejo, pues ellas conocen mejor que nadie su territorio, saben las problemáticas a las que se enfrentan dentro del área y son los mejores aliados para definir las estrategias que harán frente a dichas problemáticas. Es importante destacar que los habitantes del ecosistema tendrán una participación clave en la ejecución del componente estratégico durante los próximos cinco años, pues sin su apoyo sería imposible alcanzar los objetivos de conservación que tenemos para el ecosistema”, afirmó Zonia Buitrago, líder del proyecto de Planificación y Ordenamiento ambiental del Territorio de CORPOCHIVOR.

 

Aunque se conserva la extensión de la declaratoria, de 11.574 hectáreas del DRMI, en el componente de ordenamiento también se gestaron cambios significativos, actualizando las cuatro categorías de manejo tanto en sus áreas como en los usos que se les dan a estas, obteniendo la siguiente división:

 

  1. Zona de preservación. Abarca un área de 5208,3 hectáreas. El manejo está dirigido ante todo a evitar su alteración, degradación o transformación por la actividad humana.

 

  1. Zona de restauración. Abarca una extensión de 1428,3 hectáreas. Es un espacio dirigido al restablecimiento parcial o total a un estado anterior, de la composición, estructura y función de la diversidad biológica.

 

  1. Zona de uso sostenible: Abarca un área de 4935,4 hectáreas. Incluye los espacios para adelantar actividades productivas y extractivas compatibles con el objetivo de conservación del área protegida. Contiene las siguientes subzonas:

 

  1. a) Subzona para el aprovechamiento sostenible: abarca una extensión de 4.854 hectáreas. “Son espacios definidos con el fin de aprovechar en forma sostenible la biodiversidad contribuyendo a su preservación o restauración”.

 

  1. b) Subzona para el desarrollo: abarca un territorio de 81,4 hectáreas. Son espacios donde se permiten actividades controladas, agrícolas, ganaderas, mineras, forestales, industriales, habitacionales no nucleadas con restricciones en la densidad de ocupación y construcción y ejecución de proyectos de desarrollo, bajo un esquema compatible con los objetivos de conservación del área protegida.

 

  1. Zona general de uso público: Abarca un área de dos hectáreas (2 Has). Son espacios definidos en el plan de manejo con el fin de alcanzar objetivos particulares de gestión a través de la educación, la recreación, el ecoturismo y el desarrollo de infraestructura de apoyo a la investigación. Contiene la siguiente subzona:

 

  1. a) Subzona para la recreación: Abarca una extensión de dos hectáreas (2 Has), permitiendo el acceso a los visitantes a través del desarrollo de una infraestructura mínima como senderos o miradores.

 

“Después de varios meses de un trabajo minucioso, en el que las comunidades y autoridades locales fueron protagonistas, damos por terminada la etapa de actualización del Plan de Manejo del DRMI Páramo Cristales, Castillejo o Guachaneque. Ahora inicia la parte más desafiante que es la correcta ejecución de todos los programas allí contemplados, pero estamos convencidos de que con el apoyo de todos nuestros aliados cumpliremos las metas trazadas para seguir haciendo de esas 11.574 hectáreas un Territorio Agroambiental Sostenible”, afirmó Plinio Rolando Forero Dueñas, director general de CORPOCHIVOR. 

 

Este documento se convierte en una de las determinantes ambientales para las administraciones municipales con jurisdicción en el DRMI, es decir que deberán tener en cuenta la información consolidada en este al momento de definir sus usos de suelo en los Esquemas de Ordenamiento Territorial y demás estrategias en las que el ecosistema se vea implicado. 

 

La ejecución del Plan de Manejo, inicia el próximo año y se realizará un seguimiento anual a la ejecución física y financiera de cada uno de los programas contemplados en el documento.